Santiago nació en una aristocrática familia de Almansa (Albacete). En 1910 fue incorporado a las divisiones menores del Madrid, por aquel entonces tenía 14 años.

Tres temporadas más tarde llegó al primer equipo y se ganó un sitio como delantero. Entre 1913 y 1927 marcó 76 goles en 74 partidos, en torneos regionales y la Copa del Rey ya que por aquel entonces todavía no existía la Liga Española de fútbol.

Una vez retirado se convitió en asistente técnico, labor que alternaba con sus estudios de derecho en la Universidad Central de Madrid.

Tuvo siempre alma de líder y por eso su hermano Antonio, que fue uno de los fundadores del club, lo invitó a formar parte de la Junta Directiva. Fue desde la secretaría desde comenzó a conocer de verdad  la organización del deporte, justo en la primera década en la que se jugó La Liga y se profesionalizó el fútbol. Era él quien negociaba con los jugadores y hacia los contratos.

Durante la Guerra Civil Española (de 1936 a 1939) el Sr. Bernabéu tuvo una participación muy activa, pues ya era un personaje muy influyente en la sociedad. Condenó el golpe militar lo que le llevó a vivir dos años en el exilio, en Francia.

Regresó para hacerse cargo de lo que quedaba del club, que había perdido  a la mayoría de sus jugadores y atravesaba una profunda crisis  económica y construyó su propio estadio.

Con préstamos, canjes e hipotecas, fichó a los mejores jugadores del momento, encabezando la lista  Alfredo Di Stéfano.

Durante su mandato, el Club ganó 6 Copas de Europa, 1 Intercontinental, 16 Ligas, 2 Pequeñas Copas del Mundo, 6 Copas del Rey y 2 Copas Latinas.

Creó la frase "En el fútbol no existen jugadores jóvenes y viejos, sino buenos y malos".

Sus arriesgadas decisiones y su inmenso amor por el equipo le ayudaron a convertir el club en el más prestigioso del mundo a comiendo de los años 70.